09 marzo 2009

La Resurreción

Filozoofos de mi mundo Unios!
Disculpad la entrada, pero con la globalifóbica crísis que nos ataca, me salió lo marxista y se juntó con lo Joaoísta; queridos amigos, como ya habreís adivinado; No estaba muerto, andaba de parranda... y en andando en esas difíciles tareas, he aquí que me hube olvidado de la responsable paternidad de estos demadrados blogs. Sin embargo, como los clásicos del cine nacional, les presento aqui La Venganza de Filozoofar, o bién; Eros y El Santo contra el Espíritu del Olvido. Primero es lo primero; gracias a los queridos amigos que tuvieron a bién escribir a mi electrónico correo preguntando por el notario recipendario de mi antepenúltima vonluntad. Como los quiero condenadotes, pero deberán esperar para que el de la tecla les invite el típico café con piquete. En anteriores días me divertí pensando en una historia, hice un videocuento con letras de canciones de Charly Garcia; advierto, sólo para personas desempleadas, huevonas o excelentes administradoras del reino de Crónos; mismo que esta aquí. Y he aqui que me encuentro entre las pontificaciones de Don Barak Obama y la realidad desvirtuada de Sr. Peléle; es decir en Jelipetitlán de las Tunas, creyéndome aquello de que las crísis económicas son oportunidades. Y así con toda oportunidad La Monik y su servilleta emprendimos la creación y posterior inaguración de un centro de medicina estética. Cosa que en algún otro momento comentaré. Debo aceptar que aunque me esfuerzo, me es casi imposible seguir el ritmo de esta gran mujer; doctora, profesora, investigadora; ademas de las actividades no remuneradas económicamente; afectuosa madre y amante esposa. Sin duda alguna me ajusto a la filozoofía popular en aquel rubro que reza que la felicidad y el amor son cosas que no se pueden ocultar. Por supuesto que mis oportunidades no son de ninguna manera que las que el sacrosanto destino ha reservado para Roberto Hernández y cómplices (perdón, socios) en la recompra de Banamex; no aunque las acciones del llamado cereza del pastel de CitiGroup, casi a tostón, pues no, esta vez no seré socio de tan "finas personas". Espero que en pasando lo peor de la crisis, podamos vender nuestro changarro en cuatro veces el valor real; venderlo en una transacción a un comprador gringo (of course) en 10 minutos en la bolsa de valores, para evitar los engorrosos impuestos y algunos años más tarde recomprarlo en céntimos del precio de venta. Que San Barack de Porres nos ilumine! Y que Chava Flores me proteja.