Obliteraturas

Obliteratura, acción que se refiere al hecho de borrar, tachar o realizar un borrador. Vencer el reto de atreverse a escribir, es ya en si mismo un triunfo sustantivo, ya que este ejercicio nos muestra con menos vestimentas cada vez.

Es una actividad que tiene reacciones en dos ámbitos, ya que no solamente nos desnuda ante los anónimos visitantes, sino que los escritos se tornan ante nuestros ojos en delatores espejos. Quizá sea el anonimato el que nos permite sentirnos el David de nuestros Goliáticos temores.

A contracorriente narcisista entiendo que las cosas que publico, serán obliteratura.

En cierta forma el proceso de aprender, sobre todo aquel primigenio de acierto y error, convierten nuestra vida misma en obliteratura, con la desventaja de no poder (al menos haciendo uso de razón) arrojarla al cesto de basura.

Escribid y multiplicaos, que de los obliteratos será el mundo de las ideas.

Predicando con ejemplo y tras batirme y vencer al dubitativo estado, decidí exponer las líneas que dedique a la mujer de mis sueños y mis pasiones, a la cómplice de mis locuras y compañera de vida:

Esclavizante Luna libertaria.

Eras solo una Luna de papel...

yo navegaba por mares de cristal

sin brújula ni catalejo y

la maleta del futuro vacía,

entre lenguas propias de Babel.

Ángel o demonio, sin mascara,

solo la memoria en la piel.

Seductora visión,

mi horizonte en anhelo transformo.

Navegué a contracorriente,

timón y manivela sin mando.

Tu piel como puerto destino,

tu boca es mi abrigo.

Tormentas, sotaventos,

mareas oleajes y sirenios

cantos no irrumpen la travesía.

Arrecia la ventolera que presurosa

me traslada a tus húmedas playas,

que cual ventica rosa

en todas direcciones recorro.

Deseo y pasión,

palabras de humana marisma

que salan la memoria

con solo su pronunciación.

Calidas, húmedas, placidas,

salinas, anegadas, abrasantes,

receptivas, abrigadoras.

Vientre fértil,

que cual desierto recorro sediento,

hasta encontrar el oasis profundo y seco,

cicatriz persistente de maternal cordón.

Sábanas quemantes

que en ardientes ondulaciones

me llevan a las cimas

eternamente coronadas

por oscuras fuentes,

lácteas vías vivificantes.

Edénicas promesas

vueltas placenteras aduanas.

Mare Nostrum, naufragio mutuo,

donde mi nave se estrella constante

contra el magnético centro

de tus acantiladas piernas.

Infinito placer me ahoga,

y lo transpiro jadeante,

fundiéndose acuoso,

en gravital ruta, piel abajo

como dalinianos cronógrafos.

Cual huracanado oleaje,

no hay playa, boya rima,

ni métrica que me limite.

Igual que el fuego,

Ignea natura renovatum est.

Igual que el mar.

por siempre inundare tu playa.

He colectado provisión,

hoy tengo bagaje, pero ya no navego, anclo en el arrecife de la pasión y tu amor. Hoy, iluminado por tu luz, he roto el texto que contenía mi ruta, limitada a un trozo de papel. Piel, deseo, sudores, sentimiento e imaginación tienen causa y destino.