07 mayo 2016

De lecturas y demás nimias.

¿Te sientes bién?. -Si, me siento muy bien, ¿por que preguntas? -Es que llevas ahi más de media hora- -Todo esta muy bién ahora salgo, no me dí cuenta del tiempo. Resulta que me encontraba en uno de los baños de casa y quien preguntaba sobre mi estado era Monik, el motivo de mi tardanza no se debía a ningún problema de motilidad instetinal. No, afortanadamente mi peristaltismo funciona excelente, y mi tracto digestivo tambien es rocanrolero. El motivo de mi tardanza en tan escatológico sitio de debía a algo más "espiritual"; la lectura.
Si, desde hace algunos años adquirí la muy mal vista costumbre de aprovechar mi estancia en los sanitarios de casa para leer. Así que con el paso del tiempo, los revisteros de nuestros sanitarios se han convertido en libreros. Este peligroso habito lo adquirí en la casa de mis abuelos, donde siempre había revistas viejas, de las décadas de los 30's, 40's y 50's del siglo pasado. Entrar al baño en casa de mis abuelos era entrar al túnel del tiempo. Me gustaba leer de todo en esas revistas, sin embargo siempre me llamó la atención la publicidad contenida, sobre todo aquella hecha a base de dibujos y
textos con características propias del " art decó" . Las fotografías de las artistas y las familias de la "alta sociedad", y el manejo del lenguaje empleado por los articulistas de aquellas épocas.
Este mal lo he contagiado a mi familia. En los sanitarios de casa hay libros que denotan los diversos gustos e intereses de los habitantes de esta casa. Se puede decir que en esta casa nos decidimos por un baño, según la obra que estemos leyendo. Así, en el sanitario que se encuentra cercano a las habitaciones de nuestros amados jóvenes, la mini biblioteca se compone en esta semana de los siguientes títulos; de la Gran Colección de la Literatura Universal (Gallimard / Promexa), el tomo único de Italia que contiene obras de Italo Svevo, Pirandello, Papini, Gadda, Moravia, Pavese Pratolini y Calvino; y el tomo II de Latinoamerica con obras de Azuela, Borges, Carpentier, Onetti, Cortazar, Rulfo, Donoso, García Márquez, Fuentes y Vargas Llosa; La Marquesa de Gange del Divino Marques, Los Ladrones Somos Gente Honrada y El Plano Astral de Jardiel Poncela y Crónicas Italianas de Stendhal.  En el sanitario cercano a nuestra habitación ahora se encuentran; dos capitulos de Episodios Nacionales Mexicanos de Victoriano Salado Álvarez, Discursos de Ignacio Manuel Altamirano, varías revistas de Algarabía y otros ejemplares de Relax (Lectura Terapéutica),  sin faltar un ejemplar de Por Dios que no se entere nadie! de Jardiel Poncela.
Esta escatológica costumbre aun ha sido muy afectada por el creciente uso de la tecnología.

Y no, no es presunción.  Es una satisfacción ver como ciertos placeres nos han contagiado como familia.

Este borrador estaba olvidado en la página del blog,  ahora revisando ciertas cosas lo encuentro y revive la necedad de seguir tecleando, quizá algún día aprenda español y sus reglas y pueda escribir, expresando exactamente lo que quiero.

En tanto debo aceptar que algunas cosas han cambiado,  mis jóvenes han sido atrapados por el estudio y práctica de la medicina, el porcentaje de lectura de ciencia es mayor;  la tecnología nos ha impactado y empleamos una cantidad de tiempo mayor en los mentados "gadgets".   Sin embargo los libros y revistas siguen presentes en los sanitarios.  Los imagino ansiosos, esperando ser alcanzados por una mano, abiertos y acariciados por la mirada de cualquiera de nosotros, justo como hace más de 5 años,  cuando inicié este escrito.

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